El pasado viernes 30 de julio y dentro del primer encuentro virtual tecnología blockchain, se llevó a cabo una interesante charla sobre mecenazgo y descentralización, en la que participó Julián Galindo, como representante de Fun and Money.
Este evento promovido por el Centro Cultural de España en México, ha tenido como objetivo atender a las innovadoras formas de difusión, producción, consumición, disfrute y financiación del contenido cultural.
En este sentido, tal iniciativa surgía tras la evolución de la divulgación de contenidos en formato online, dentro de la innovación, transformación digital, blockchain, realidad virtual o mecenazgo. Un encuentro, sin lugar a dudas, que contó con excelentes profesionales y expertos de diferentes temáticas.
Mesa redonda: mecenazgo y descentralización
Alejandro Alonso Moro, coordinador general del evento, presentaba a Luis Martínez, representante de Staxe, cuya entidad tiene la misión de mejorar las oportunidades económicas en el espacio cultural y creativo a través de la tecnología Blockchain. Luis, era el encargado de moderar el coloquio. Se daba la bienvenida a los invitados, y se hacía la presentación de los mismos por el siguiente orden:
- Jorge Soriano, Representante de Criptan
- Moisés Sosa, Representante de Origin Protocol
- Javier Coca, Representante de Token-City
- Julián Galindo, Representante de Fun and Money
Conciertos híbridos en el futuro: presenciales y virtuales
Luis, lanzaba la primera pregunta a los ponentes: ¿En el futuro se establecerá la realización de eventos/conciertos en formato híbrido: presenciales y virtuales?
Moisés Sosa que era el primero en contestar, decía que a futuro estas novedades crearían beneficio entre artista y comunidad, estableciendo el equilibrio necesario para ello.
Jorge Soriano, fue el siguiente en intervenir, y apuntaba que según su punto de vista esta innovadora forma híbrida crecería exponencialmente durante los próximos años. Sin embargo, defendía el hecho de que la necesidad va vinculada directamente a la usabilidad.
En base a ello, reflejaba que las comunidades a las que se dirigen los artistas, no tienen el conocimiento técnico, y además no necesitan tenerlo. “Estamos ante una tecnología revolucionaria que debemos explicar para que pueda ser comprendida”, decía.
Julián Galindo, continuaba la charla situándose en el contrapunto de las distintas posturas. Hacía hincapié en que a corto plazo los conciertos en streaming no tendrán el resultado esperado. Prueba de ello, es que todas las plataformas desarrolladas durante la época de pandemia han fracasado, pues la experiencia del usuario en un concierto digital o combinado junto con el físico, jamás será la misma que las vivencias que genera el formato presencial, y por tanto los conciertos a los que estamos acostumbrados.
Por su parte, Javier, se situaba en una postura intermedia. Confirmaba la existencia de distintas tecnologías que facilitarán este sistema, pero no dejaba de señalar que la realidad actual de los conciertos es otra. En esta, la presencialidad acapara a cualquier otra forma de difusión o vivencia. Apuntaba que sería ideal, que una parte del mecenazgo consistiera en asesorar al artista para la distribución del beneficio, dado que el primero es el creativo y no atiende a cuestiones técnicas.
Diseño y control de la economía de los artistas
De nuevo Luis, lanzaba la segunda de las cuestiones: ¿Se podría aplicar un modelo similar en el ámbito de las industrias culturales y creativas para que cada artista pueda diseñar y gobernar su propia economía?
En respuesta a esta pregunta, Moisés afirmaba que a través de su plataforma, están intentando que cada venta y reventa, se centre en el creador. De esta forma, se genera un feedback hasta ahora inexistente.
Jorge decía, que como ya se comentaba, estamos en un punto muy inicial, en el que deben abrirse miras que fijen dónde queremos llegar en cinco o diez años. Así mismo, defendía que este método es capaz de abrir puertas que irán más allá del panorama artístico. Lo que se ha hecho hasta ahora es crear la tecnología, pero la meta es la accesibilidad a la misma.
Javier sostenía que la tecnología debe mejorar muchísimo. En cuanto a la descentralización, es necesario hacerla acorde a los nuevos tiempos, y con ello a las comunidades, artistas y usuarios, de manera que se colabore de forma conjunta.
El siguiente en intervenir fue Julián, que comenzaba su exposición, manifestando que hablar de economía y artistas es totalmente antagónico. Culturalmente, la parte creativa y de gestión de un negocio, han estado completamente alejadas. Se vive un proceso de transformación cultural y educacional de los propios artistas. Como consecuencia, esta formación acelera el cambio y proceso, gracias al perfil con el que ahora nos encontramos. Desde esta perspectiva, Julián señalaba un factor que indiscutiblemente caracteriza a la industria cultural: “lo que hoy tiene un determinado precio, mañana causa interés y ese precio aumenta hasta límites insospechados. Es un negocio rentable si se consigue realizar de forma correcta”, defendía.
Incentivos fiscales
Luis planteaba la siguiente pregunta: ¿Qué retos se deben conseguir a través de la financiación vía incentivo fiscal?
Moisés se mostró contundente ante este tema, manifestando un punto clave para conseguir el éxito: transparencia.
Jorge se pronunciaba, atendiendo que hasta el momento todo ha estado muy sectorizado. Sin embargo, la actual descentralización permite que todo pueda fundirse, obteniendo una mayor accesibilidad a través de distintos tipos de capitales.
En este sentido, Julián hacía un breve recorrido sobre cómo y cuándo se introdujo en España hace seis años el sistema de incentivos fiscales. Este modelo similar a la economía naranja que lleva años funcionando en Latinoamérica, actúa premiando a todas aquellas empresas que financien y participen en proyectos culturales. En este modelo de financiación privada, el Estado en lugar de proporcionar dinero a los productores de contenidos, hace que sean las empresas quienes lo pongan a cambio de incentivos fiscales.
Galindo destacaba, “que en este momento es en el que se ha producido el cambio más beneficioso para este modelo de financiación, pues se ha pasado de que el sistema únicamente atienda a grandes producciones, a poder hacer partícipes de él proyectos de formatos más pequeños”.
Así mismo, confirmaba que Fun&Money, a final de este año habrá puesto 22 millones de inversión con incentivos fiscales. Estos datos reflejan que la financiación privada cuadruplica a la financiación pública.
Por su parte, Javier señalaba la importancia de este modelo de financiación que facilita y beneficia el desarrollo y la promoción cultural.
Descentralización y derechos de autor
Como última cuestión, Luis planteaba lo siguiente: ¿Qué efectos puede tener la descentralización de los derechos de autor y la aplicación de la tecnología blockchain sobre los mismos?
Moisés y Jorge abogaban por adoptar un continuo traspaso desde la centralización a la descentralización.
Javier defendía la necesidad de que se pueda acceder a ambas opciones.
Julián se refería, a que la totalidad de las canciones de los artistas, actualmente salen y en el momento en el que se lanzan, es cuándo los editores acuerdan sus porcentajes. Si este trabajo se realizase de manera previa, se evitarían gran cantidad de conflictos.
Finalizaba una amena y peculiar charla, con el siguiente titular de Luis Martínez: La tecnología blockchain, es una herramienta social que nos permite coordinar diversas actividades.
Un encuentro que no pasó desapercibido, y que abre puertas al desarrollo del sector. ¡Puedes volver a verlo aquí!
Carmen Lorenzo – Departamento de Comunicación de Carrillo Asesores