Como veníamos exponiendo en nuestra anterior entrada del Blog, la Sociedad Española de Derechos de Autor (SEDA) obtuvo en fecha 31 de agosto la autorización de constitución como entidad por parte del Ministerio de Cultura y Deporte – decisión recurrida por la SGAE-, pudiendo operar desde el pasado 1 de septiembre como entidad de gestión de derechos de autor sobre obras musicales, – coincidente con el nicho que tiene la SGAE – al amparo de lo dispuesto en el artículo 147 del Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual (TRLPI).
¿Cuáles son los motivos por los que nace SEDA?
El marco legislativo actual
Desde la reforma del Real Decreto-ley 2/2018, de 13 de abril, por el que se incorpora al ordenamiento jurídico español la Directiva 2014/26/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de febrero de 2014, y la Directiva (UE) 2017/1564 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de septiembre de 2017, se liberalizó el mercado de la gestión de derechos en España, dando la posibilidad a los autores de dividir la gestión de sus obras en diferentes sociedades. Esto dejó la puerta abierta a la creación de los Organismos de Gestión Independiente –OGI-.
Los Organismos de Gestión Independiente y las entidades de gestión competidoras
Los OGI, previstos en el art. 153 TRLPI, son sociedades mercantiles, constituidas con ánimo de lucro, con carácter independiente – no controladas por los socios -, dedicadas a gestionar derechos de propiedad intelectual gracias la firma de un contrato de gestión. Asimismo, el Legislador estableció en la Exposición de Motivos que: ‘’…en todo caso se mantiene que los derechos sujetos a gestión colectiva obligatoria seguirán siendo administrados por entidades de gestión’’. Motivo, entre otros, suficiente como para no considerarlos a día de hoy, una verdadera amenaza para las entidades de gestión tradicionales.
Por lo que se refiere a las entidades de gestión competidoras, fue en 1999 cuando apareció DAMA –Derechos de Autor de Medios Audiovisuales-. Su irrupción conllevó una ruptura de los autores audiovisuales, de los cuales muchos decidieron sacar su repertorio de la SGAE. También en el ámbito autonómico encontramos a EKKI (Euskal Kulturgilen Kidegoa). EKKI se encarga de gestionar todos los derechos de autor en el País Vasco, aunque aún con mucha controversia fuera y dentro de los Tribunales.
Sea como sea, esta puerta abierta que dejó la reforma del TRLPI, no ha sido suficiente para hacer temblar los cimientos de la SGAE, bien sea por el ámbito de gestión de las entidades, bien sea por ser entidades privadas con una gestión de derechos limitada, todavía en construcción.
El descontento con la SGAE
Uno de los motivos con más peso para la irrupción de SEDA en el mercado es el descontento de los autores dentro de la entidad.
Este descontento proviene claramente de escándalos como el reciente de “La Rueda” de SGAE. Un sistema por el cual algunos miembros habrían estado recibiendo ingresos millonarios los últimos años debido a la cantidad fija anual que algunas televisiones pagaban a SGAE por el uso indiscriminado de todo el repertorio. De este modo, crearon sus propias editoriales musicales. También llegaron a acuerdos con los músicos para darles espacio en su programación de franja nocturna. Todo a cambio de ceder los artistas a las cadenas el 50% de sus derechos de autor.
O sin ir más lejos, la presunta compra de votos en la Junta Directiva para echar a la ex presidenta de la entidad, Pilar Jurado, a cambio de sitios en el Consejo Directivo.
A todo ello se le suma la falta de transparencia y las tarifas elevadas. Estas últimas nada tienen que ver con entidades de gestión homologas de países como Reino Unido o Francia.
SEDA, un sistema más equitativo, justo y transparente
De este modo, SEDA se sustenta, en palabras de su Presidente en: “Una gestión profesional y transparente y un reparto justo y equitativo”. Siendo su intención “que los desvíos de reparto que hay actualmente en la SGAE no se produzcan en ningún sentido; que cada socio perciba justamente lo que le corresponde, ni un euro más ni un euro menos”, impulsando un sistema más equitativo, justo y transparente, como respuesta, entre otras, al escándalo de la Rueda.
Parece que la entidad entra con fuerza, sea como sea, quedará ver cómo se resuelve el Recurso interpuesto por la SGAE y, en caso de desestimarlo, habrá que atender a las problemáticas que conlleva la ruptura total del monopolio como es la coordinación entre todas las entidades de gestión para hacer frente a un sistema descentralizado que antes se aglutinaba en la SGAE.
Carina Pérez Serra – Abogada del Departamento de Arte, Cultura y Deporte de Carrillo Asesores